El Museo de la Energía expone la obra de la diseñadora Paula Pérez. ¨Antracita¨, hasta el 17 de Marzo de 2019

Desde este viernes 30 de Noviembre se podrá visitar en La Fábrica de Luz. Museo de la Energía, la exposición temporal, Antracita, una colección de calzado a través de la cual se realiza un homenaje al oficio de la minería.

La autora de las piezas, la diseñadora Paula Pérez, ofrecerá este mismo viernes a las 12:00 horas un encuentro abierto al público para compartir su experiencia, sus motivaciones y los entresijos de las piezas que componen la muestra. Esta actividad será gratuita con entrada libre para público general hasta completar aforo.

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La exposición, que se podrá visitar gratuitamente durante el horario de apertura del museo ponferradino, muestra una serie de diseños y piezas originales creados por Paula Pérez, donde el calzado se emplea como herramienta de expresión para ofrecer un sentido homenaje a la actividad minera. La inspiración de la que nace la colección son las mujeres que, como la abuela de la diseñadora, trabajaron en el exterior de las explotaciones mineras de carbón en los años 40 y 50.

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Así, Antracita propone con cada modelo un ejercicio vivencial y de recorrido por la mina hasta lo más profundo de esta, al interior del mineral y al corazón del minero. Esta será la primera vez que la colección Antracita se muestre al público y podrá visitarse en ‘La Fábrica de Luz. Museo de la Energía’ en Ponferrada hasta el domingo 17 de marzo de 2019.

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Biografía de Paula Pérez


Diseñadora novel, natural de Madrid con raíces leonesas y asturianas. El trabajo de Paula Pérez ha sido reconocido a principio de este mes de noviembre con el premio al Mejor Proyecto durante la sexta edición de la jornada Demoday, organizada por el espacio de trabajo compartido Startup Alcobendas en Madrid. Dentro de este proyecto se encuentra la colección Antracita que se muestra en esta exposición, donde se utiliza el calzado como herramienta de expresión. 

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Texto – Fabrica de Luz. Museo de la Energia

Fotos – Eduardo Urdangaray

 

 


24 noviembre, 2018

100 años del Monumento “La Carbonera”, 1918-2018

Los langreanos están de celebración, pues este año se cumple el centenario de una de los monumentos más representativos del concejo. Se trata de la escultura popularmente conocida como ‘La Carbonera’, situada en el parque Dorado de Sama. Fue erigida el 25 de julio de 1918 en honor al empresario Luis Adaro y Magro, abuelo del reconocido ingeniero asturiano, Luis Adaro Ruíz-Falco.

La obra fue un proyecto del escultor Lorenzo Coullaut Valera y se estructura en torno a una gradería cuadrada de piedra caliza, sobre la cual se levanta un fuste compuesto de portadas y rollizos de entibación de mina para sostener un basamento de mármol amarillento veteado, con guirnaldas de bronce, que se corona con el busto de don Adaro y Magro, construido de mármol de Carrara. En la parte baja de la escultura, se deja ver una vagoneta que vuelca el carbón que transporta sobre la escalinata, donde se sienta una aldeana, figura que representa a Asturias.

Precisamente fue la figura de la mujer, concebido como un personaje secundario de la pieza presidida por el busto de Adaro, la que tomó relevancia para los langreanos que acuñaron el nombre a lo que representa la mujer, una carbonera.

El monumento ya se convirtió en un claro referente del concejo en el pasado. Hace dos años, el Ayuntamiento de Langreo, junto con correos y el Grupo Filatélico Valle del Nalón, lo incluyó en un nuevo matasellos que, desde entonces, se puede utilizar para enviar cartas y dar cuenta de la historia langreana.

En los años setenta, y tras los desperfectos provocados por el paso de los años, se llevó a cabo una reconstrucción de la misma. El impulsor de esta restauración y cuidado del patrimonio fue Julio José Rodríguez, miembro destacado de la histórica sociedad La montera y escritor. «La recaudación de los fondos necesarios para la rehabilitación se llevó a cabo entre los vecinos y comerciantes de Langreo», destaca Rodríguez. También recuerda que, por casualidades de la vida y contactos, «conseguí que el presidente Adolfo Suárez conociese la historia del monumento y el proyecto de reconstrucción, coincidiendo con una de sus visitas, meses después tuvo la gentileza de hacernos llegar un talón con un millón de pesetas para la obra», recuerda. Detalles como éste nos hacen comprender el valor del monumento. Con el dinero sobrante se organizó la primera edición de la prestigiosa bienal de pintura ‘La Carbonera’, que presidió el propio Rodríguez hasta casi su desaparición.

La figura de Luis Adaro y Magro estuvo muy ligada al concejo langreano durante toda su vida. Aunque era madrileño de nacimiento, se trasladó a Asturias a mediados de los años setenta, donde desarrolló gran parte de su carrera como ingeniero de minas. A su nombre permanecen ligados hitos como «la instalación del primer lavadero mecánico de Asturias, en el pozo Mosquitera, la creación del Sanatorio Adaro que atendía a los trabajadores de Duro Felguera y que llevaba su nombre o el Ramal ferroviario que unía Langreo con la capital. También tuvo mucho que ver con el impulso de los estudios mineros», señala Rodríguez. Luis Adaro falleció en 1915, sin llegar a ver su busto colocado en el parque Dorado pero, «sin duda fue una figura muy comprometida con el concejo y que supo del cariño que le profesaban los langreanos», concluye el escritor.

Sobre la piedra del monumento se encuentra un grabado con el que se recuerda su figura en un elogio: «Varón justificado / ingeniero eminente / geólogo esclarecido impulsó con su dirección / y fomentó con su consejo el desarrollo industrial de Asturias».

Texto – Alejandro L. Lambrina / El Comercio.

 

 


22 noviembre, 2018