Instalaciones del Pozo Unión, en La Peña, Mieres, Asturias. Hacia 1970.

3 Comentarios
  • AMS

    3 agosto, 2011 a las 12:31 pm Responder

    Se trata del pozo de La Soterraña, en La Peña, Mieres, hacia el año 1970, desaparecida hacia el año 1974. Se trata de una mina de cinabrio (mineral compuesto de mercurio). Hablando de minería, lo más buscado en tiempo de los romanos fue el cinabrio (mineral compuesto de mercurio), fundamental para la amalgama del oro y del que se obtenía el bermellón, un colorante rojo muy apreciado en el Imperio que se usaba en pintura, tintes, decoraciones, usos medicinales, decoración de documentos e incluso para el maquillaje de las matronas. El cinabrio es un sulfuro de mercurio que aparece junto con estériles u otras sustancias de valor como el rejalgar.

    Se extraía en condiciones muy duras en túneles y pozos muy reducidos, donde era preciso trabajar tumbado o en cuclillas en medio de polvo venenoso y su toxicidad ya era conocida por los antiguos, que obligaban a quienes lo manejaban a tapar su rostro con vejigas para protegerse; por ello los mineros eran siempre esclavos rebeldes, condenados a trabajos forzados o a muerte o aquellos adversarios caídos en desgracia que querían hacer desaparecer. La importancia del minio en la antigua Roma era muy alta y el de la cuenca del Caudal pudo destilarse cerca de las propias minas para utilizarlo con el oro obtenido en el occidente asturiano.

    La labor se realizaba beneficiando el azogue en vasijas de barro, un trabajo peligroso que volvió a emplearse a mediados del siglo XIX con devastadores efectos para los obreros afectados por los gases arsenicales, y en relación con estos procesos se conservan en el concejo algunos topónimos vinculados a la existencia de pequeñas fundiciones, La Coca proviene del verbo latino «coquo», (someter al fuego o quemar), y Los Forniellos, que también indica la existencia de algún tipo de hornos de reducido tamaño. El momento de mayor auge de la minería del cinabrio tuvo que darse entre la segunda mitad del siglo I y el principio del II, antes del parón que sufrió la economía del Imperio y que se prolongó en el siglo III acarreando el cierre de todas las minas ante la imposibilidad de transportar los minerales por unos caminos que habían dejado de ser seguros.

    Luego hubo que esperar siglos para que se volviese a hablar de mercurio en la Montaña Central. En 1843 se creó la Unión Asturiana, para la explotación de todos los minerales que pudiesen ofrecer alguna rentabilidad en Asturias, entre ellos el cinabrio, y al año siguiente se iniciaron las actividades de la Asturiana Mining Company en Lena y Mieres, que adquirieron varias concesiones en las proximidades de Muñón Cimero e instalaron un horno de cámaras para su destilación en Mieres en 1848. En 1878 se fundó Minas de la Soterraña, filial de la antigua Anglo-Asturiana, que también se centró en la zona de Muñón Cimero, donde construyó una planta para tratar los contenidos de arsénico y del mercurio.

    Los mineros del Caudal siempre consideraron el mercurio como de segundo rango con respecto al carbón, cuando no como un último recurso, debido a la peligrosidad que entrañaba y que todos conocían. Del lado de los empresarios, la rentabilidad también era mucho más aventurada, de manera que la explotación del cinabrio siempre estuvo afectada por los altibajos marcados por el mercado internacional y, sobre todo, por los conflictos bélicos. Finalmente, las normativas sobre medio ambiente acabaron acorralando a un sector cuyo desarrollo traía implícitos graves riesgos para la salud y el medio ambiente, y en 1974 se cerraron las últimas instalaciones de la Soterraña.

  • Emilio Pérez Corte

    13 marzo, 2016 a las 9:41 pm Responder

    Este era el Pozo La Unión

  • jose montes

    17 marzo, 2016 a las 5:22 pm Responder

    Eso tengo entendido que es el pozo Union en La Peña, y el Esperanza en El Terronal. Antes estaria el pozo La Peña el del castillete de madera que aun se ven restos.

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