Don Vicente Vallina García, a sus ochenta y cinco años, es toda una institución en el mundo de la medicina y en su tierra, el Principado de Asturias, en donde ejerció prácticamente a lo largo de su Vida profesional, fundamentalmente al frente del Sanatorio Adaro, en Sama de Langreo.

Por sus manos, mediante diagnóstico o como cirujano, han pasado más de cien mil mineros, además de muchos otros pacientes, cuyas fichas clínicas se encuentran en el propio sanatorio, siendo considerado una figura a nivel mundial en la especialidad de traumatología.

1998 fue un año de reconocimiento general en Asturias de la figura de don Vicente Vallina, culminado con la imposición por parte de don Francisco Álvarez-Cascos, vicepresidente primero del Gobierno de España, en nombre de éste, de la Gran Cruz del Mérito Civil, en un emotivo acto celebrado en La Felguera (Langreo).

Pero en la figura de don Vicente Vallina García no sólo hay que destacar toda una vida dedicada a la medicina, principalmente como traumatólogo, sino también el excepcional humanismo que impregnó su quehacer profesional en el que la figura del enfermo y su entorno familiar siempre ocuparon un papel primordial. Como popularmente se comenta en las familias mineras, don Vicente Vallina, por su dedicación, por su entrega, por su sencillez de trato, por su asturianismo, en definitiva, ”es uno de los nuestros”, lo que da pie al título de este libro que no pretende ser ni una exhaustiva biografía del maestro ni un ensayo acerca de él sino, simplemente, un amplio reportaje sobre su vida a cargo de alguien, como es el caso del autor, Luis José de Ávila, que le conoció en su función de periodista hace más de treinta años.