Vista aérea de La Cuadriella, Valle de Turón, Mieres, Asturias. Año 1972.

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  • AMS

    16 marzo, 2012 a las 12:37 am Responder

    Vista aérea de La Cuadriella, tomada el 23 de Junio de 1972. La Cuadriella pertenece al Valle de Turón, Mieres, de fuerte tradición minera. El valle de Turón se localiza geográficamente en el reborde sur-suroeste del municipio de Mieres. Su superficie aproximada es de unos 50 kilómetros cuadrados, que limitan al norte, este y sur con los cordales montañosos de Urbiés, Sierra de Navaliego y Cordal de Longanedo (estos dos últimos declarados Espacio Protegido) respectivamente. En el valle de Turón llegaron a concentrarse más de 200 bocaminas y unos 6.400 trabajadores a mediados del siglo XX. En el año 1880, vivían en la zona 2.600 habitantes. Apenas dos décadas después, en 1919, la población aumentó a 9.866 residentes merced al desarrollo industrial. El artífice principal fue, sin duda alguna, Hulleras del Turón.

    La localidad es ahora una de las zonas más deprimidas de la comarca. Y su población apenas supera los 6.300 habitantes. Los orígenes de la empresa Hulleras se remontan a 1890. Por esta fecha, inició su actividad en el valle formando un coto minero de 5.198 hectáreas. De forma casi paralela lo hacía también la mina "Clavelina", propiedad del matrimonio Ortiz y Nemesia Lastra, en la zona de La Llama. Medio siglo después, concretamente entre los años 1940 y 1960, el valle contaba con centenares de minas en activo. Según los expertos, "fue el de más densidad de minas por kilómetro cuadrado, sin parangón en el país". De hecho, sólo Hulleras del Turón contabilizaba a finales de los años 60 más de 6.400 trabajadores. Ahora, poco queda de aquella realidad.

    Entrado el año 1968, la primera empresa minera turonesa se integró en la estatal HUNOSA. Justo 30 años después, en 1998, hacía lo mismo Minas de Figaredo. El cierre de explotaciones en el valle empezó, no obstante, varios años antes. En 1992 dejaron de funcionar las primeras minas. La paralización de los pozos se produjo de forma rápida y al mismo tiempo paulatina. Llegados nuestros días, sólo permanece operativo en la zona el Pozo Figaredo, aunque no por mucho tiempo. Según los planes de la estatal HUNOSA, la explotación cesará su actividad en menos de dos años. Los resultados de más de un siglo de historia se concretan en apenas un número.

    Más de 250 personas fallecieron en las profundidades de las explotaciones mineras del valle y millares de trabajadores, imposibles de contabilizar, quedaron mutilados de por vida físicamente. Personas que trabajaron en pozos ya desparecidos como La Balanza, cuya plataforma se ubica en una cota de 690 metros, o El Rincón, que no llegó a funcionar. Pozos también como Espinos, inaugurado en 1926, San José (1957), el pozo plano de Fortuna (1938) o el Santa Bárbara, que bien le han valido al valle la declaración por parte del Ayuntamiento de Mieres de "Patrimonio histórico de la minería asturiana".

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