PIONEROS. Fondos fotográficos mineros de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos en el Museo de la Siderurgia y Minería de Castilla y León hasta Octubre

“Pioneros. En la profundidad de la tierra” nos presenta una selección fotográfica de la minería en Estados Unidos desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Es una mirada grupal escogida de entre las colecciones que alberga la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, adquiridas o donadas, de empresas como la Keystone View Company, Detroit Publishing Company o instituciones públicas como el Comité Nacional del Trabajo Infantil o la Administración para la Seguridad Agrícola y Oficina para la Información de la Guerra, que contaron con grandes fotógrafos documentalistas para reflejar la dureza de una época marcada por dos guerras mundiales y una terrible depresión económica, y que, a pesar de todo, supieron ver la entereza de un pueblo que nunca se rindió.

Informar y movilizar. Vemos minas explotadas a lo largo de todo este extenso país recogiendo carbón, cobre, hierro, oro, plata, zinc, mercurio,… a cielo abierto o desde lo más profundo, con métodos más arcaicos o modernos. Mineros en la mina, en sus casas, en sus ciudades. Ciudades fantasmas, el fin de una industria. Fotógrafos que observaron y reflejaron una sociedad próspera y en apuros. Grandes de la fotografía como Lewis Hine, que retrató con gran delicadeza el trabajo infantil en minas de carbón, o el joven grupo de fotógrafos de la sección histórica de la FSA y WIO: Jack Delano, Arthur Rothstein, Marion Post Wolcott, Russell Lee, John Vachon o Andreas Feininger, que reflejaron la vida rural durante la Gran Depresión y nos acercan a su objetivo: conocer el problema para apoyar la solución.

LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO

La Biblioteca del Congreso inició su actividad en el año 1800 dentro del Capitolio de los Estados Unidos, cuando el presidente John Adams aprobó una ley que destinaba $5.000 a la compra de libros para uso del Congreso, formado entonces por una gran mayoría de ávidos lectores que habían recibido una educación clásica. Desde entonces, la Biblioteca siempre ha mantenido una relación estrecha con la presidencia estadounidense.

En 1814, el ya ex presidente Thomas Jefferson acudió al rescate de la Biblioteca, incendiada por los británicos durante la Guerra Anglo-Estadounidense de 1812, ofreciendo su biblioteca personal y única de 6.487 volúmenes por la cantidad de $23.950. Jefferson siempre creyó en la relación directa que existe entre conocimiento y democracia, y la Biblioteca adoptó esa creencia, siguiendo la filosofía de compartir sus colecciones y servicios lo más ampliamente posible.

La Biblioteca del Congreso ocupa tres edificios en Capitol Hill, Washington D.C.; el más notorio fue inaugurado en 1897 y nombrado más adelante “Thomas Jefferson”. Los otros dos, el edificio John Adams y el conmemorativo James Madison, se construyeron en 1938 y 1981 respectivamente.

La labor de los Bibliotecarios del Congreso fue determinante a la hora de conseguir el apoyo de los sucesivos presidentes de los EE.UU. para ampliar los presupuestos anuales destinados a la Biblioteca, consiguiendo a lo largo de los años mayor espacio, más personal contratado, adquisición de colecciones multimedia, ampliación de volúmenes de contenido internacional y la transición tecnológica mediante la creación de la Biblioteca Digital Nacional y el Centro Audiovisual Nacional.

La actual bibliotecaria del Congreso, Carla Hayden, decimocuarta en su cargo, dirige una institución que ofrece un servicio gratuito y no partidista, no solo para cualquier estadounidense, sino para todo el mundo, cuyos fondos están formados por más de 171 millones de ítems entre libros, manuscritos, fotografías, películas, mapas, partituras musicales y grabaciones sonoras.

Con sus más de 17 millones de artículos gráficos, la Biblioteca del Congreso es una auténtica mina donde se pueden encontrar diversas colecciones de imágenes repartidas en galerías que fotodocumentan una sociedad en distintos periodos de tiempo.

TARJETAS ESTEREOSCÓPICAS

Las aportaciones o adquisiciones de la Biblioteca comprenden material específico del ámbito de la minería, desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. De los primeros años encontramos tarjetas con fotografías esteroscópicas: imágenes duplicadas que eran utilizadas con un aparato para obtener una imagen cercana a la tridimensionalidad.

Las técnicas utilizadas para la estereografía eran ambrotipos, daguerrotipos o albúminas, y se presentaba el papel fotográfico sobre cartón donde se incluían los datos de la empresa distribuidora y una breve descripción de la imagen.  

La fotografía parecía estar duplicada, sin embargo, el encuadre era distinto en cada una de las imágenes, similar a las diferentes perspectivas que observamos cuando miramos con el ojo izquierdo o derecho sobre el mismo punto, lo que permitía crear la sensación de profundidad al usar un visor estereoscópico.

Las tarjetas estereográficas medían aproximadamente 18 cm de ancho por 9 cm de alto, se vendían en cajas que incluían distintas cantidades y un visor, y fueron empleadas como recurso educativo en distintas instituciones. Empresas como la Keystone View Company, Underwood & Underwood, Strohmeyer & Wyman y otras comercializaron este formato desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Keystone View Company fue la más grande de todas y realizó fotografías alrededor de todo el mundo.

COLECCIÓN DE LA DETROIT PUBLISHING COMPANY

Detroit Publishing Company fue una empresa de publicación de fotografías fundada por el editor William A. Livingstone y el fotógrafo Edwin H. Husher a finales del siglo XIX . En un principio se llamó Detroit Photographic Company y, antes de llegar a su nombre final, fue The Detroit Photochrom Company por la adquisición de los derechos del proceso de impresión photochrom a la empresa suiza Orell Fussli & Company, que les permitió comercializar en masa postales y otros formatos a color. La empresa se declaró en quiebra en 1924 tras la caída de ventas de fotografías y postales durante la Primera Guerra Mundial y la utilización de formas más baratas de impresión de sus empresas competidoras. Fue liquidada en 1932.

La Biblioteca del Congreso posee la colección de la Detroit Publishing Company desde 1949 e incluye más de 25.000 negativos de vidrio y transparencias y unas 300 fotolitografías en color. Entre ellas se pueden encontrar antiguas escenas de trabajo en distintas industrias, incluida la minería.

COLECCIÓN DEL COMITÉ NACIONAL DEL TRABAJO INFANTIL (National Child Labor Committee o NCLC)

“Quiero fotografiar las cosas que deben cambiar y las cosas que debemos apreciar”. Lewis W. Hine

El Comité Nacional de Trabajo Infantil, fundado en 1904, año en que inició su mandato el presidente Theodore Roosevelt, tenía como objetivo “promover los derechos, la conciencia, la dignidad, el bienestar y la educación de los niños y jóvenes en su relación con el trabajo”.

El Comité contrató a Lewis W. Hine (1874-1940), sociólogo y fotógrafo entonces ya conocido por su primer proyecto sobre los inmigrantes de la Isla de Ellis para que realizara fotografías que evidenciaran la situación a la que se exponían a los niños en sus entornos laborales y vida cotidiana. El resultado consistió en más de 5.100 impresiones fotográficas tomadas entre los años 1908 y 1924 que documentaban las precarias condiciones de trabajo de muchos niños y adultos en los Estados Unidos, para lo que utilizó una pesada cámara Graflex y asumió distintas personalidades que le permitieron acceder a los centros de trabajo, causándole no pocos problemas con la gerencia de esas fábricas, granjas, talleres clandestinos o minas durante la investigación.

El Secretario General del NCLC concedió a su trabajo la capacidad de llamar la atención del pueblo estadounidense más que cualquier otro esfuerzo realizado por el Comité.

Lewis Wickes Hine, considerado uno de los pioneros de la fotografía documental, veía la fotografía como la herramienta perfecta para comunicar el resultado de sus investigaciones, defendiendo la objetividad, pero también el aspecto estético. Fue profesor de fotografía de Paul Strand, maestro fotógrafo que ayudaría a Hine en el declive de su carrera profesional, tras ser rechazado por la FSA (Farmer Security Administration) para ser parte del grupo de fotógrafos que documentaría, más tarde, la dureza de los años de la Gran Depresión.

La Biblioteca del Congreso cuenta con más de cien fotografías realizadas por Hine de niños contratados en minas de carbón de Virginia Occidental, Pensilvania y Alabama, y algunas en minas de zinc en Aurora, Missouri.

COLECCIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PARA LA SEGURIDAD AGRÍCOLA (Farmer Security Administration o FSA)

No para informarnos, sino para movilizarnos”. Lema de la FSA para la sección de fotografía documental.

Dentro del marco del New Deal, la política intervencionista del presidente Franklin D. Roosevelt que pretendía paliar los efectos de la Gran Depresión en EE.UU. desde el crac de 1929, se creó la Administración para la Seguridad Agrícola (Farmer Security Administration o FSA), operativa entre los años 1935 y 1943. La agencia, en dependencia del Ministerio de Agricultura, buscaba reanimar el desarrollo económico de los granjeros y apostó por documentar con imágenes la difícil situación por la que pasaban estos con la esperanza de que, al ser publicadas en revistas y periódicos de gran tirada, hubiera más posibilidades de que la legislación sobre un nuevo acuerdo de ayudas fuera aprobada.

Por este motivo crearon una sección histórica dentro de la FSA que se encargó de realizar esas fotografías y distribuirlas a los medios, nombrando a Roy E. Stryker (1893 – 1975) su director.

Stryker, que había comenzado los estudios de ingeniería de minas en la Universidad de Colorado antes de participar en la Primera Guerra Mundial, fue economista y profesor en la Universidad de Columbia, Nueva York, donde conoció a Rex Tugwell, político que perteneció al grupo de expertos asesores del presidente Roosevelt. Stryker, Tugwell y Munro publicaron en sus años en Columbia el libro American Economic Life, para el que Stryker se encargó de recopilar fotografías que acompañaran los textos, muchas de ellas realizadas por el propio Lewis Hine. Ese libro fue determinante para el director del grupo de jóvenes fotógrafos que recogió en imágenes la Gran Depresión y la movilización para la Segunda Guerra Mundial a lo largo de todo Estados Unidos y Puerto Rico.

Los once fotógrafos del equipo de la FSA, por orden de contratación, fueron: Arthur Rothstein, Theodor Jung, Ben Shahn, Walker Evans, Dorothea Lange, Carl Mydans, Russell Lee, Marion Post Wolcott, Jack Delano, John Vachon y John Collier Jr. También contaron con el trabajo de otros fotógrafos como Gordon Parks, Esther Bubley y Andreas Feininger.

En un principio fue Stryker el responsable de revisar los negativos que enviaban los fotógrafos por correo a la oficina en Washington D.C, y de seleccionar las imágenes que serían impresas; las no seleccionadas pasaban a denominarse “killed” o asesinadas. En algunas imágenes se observa el círculo negro creado por el agujero que se hacía al negativo cuando era rechazado.

Cada fotógrafo recibía un tema o área geográfica que cubrir, para lo que debía realizar una investigación previa que le permitiera estar preparado para tomar las fotos según un guión o un esquema de rodaje básico. Utilizaron distintos tipos de cámaras fotográficas según sus preferencias: cámaras de placas de gran formato 10 x 15 o 13 x 18, cámaras de medio formato simple 4,5 x 6, cámaras Speed Graphic Graflex y Graflex Super D, cámara Rolleiflex réflex de doble lente y cámaras de 35 mm de las marcas Leica y Contax. Lo que los fotógrafos encontraron en sus recorridos y les sorprendió fue que a pesar de las privaciones y el hambre de esos años, se mantuvo el “orgullo e individualismo” entre la población.

La colección de la FSA fue transferida a la Biblioteca del Congreso en 1944 y consta de unos 175.000 negativos y transparencias de película en blanco y negro, 1.610 transparencias en color y unas 107.000 copias fotográficas en blanco y negro, la mayoría de las cuales se hicieron a partir de negativos y transparencias. Entre estas fotografías también aparecen una gran cantidad de “lotes” de fotografías sobre minas de explotación de diferentes minerales, la vida de los mineros y sus familias, y antiguas ciudades mineras convertidas en pueblos fantasma.

Arthur Rothstein (1915 – 1985)

Arthur Rothstein nació en Nueva York. Estudió en la Universidad de Columbia, donde conoció al entonces profesor de economía Roy Stryker. En 1935 Stryker lo contrató como el primer fotógrafo del personal de la FSA debido a su conocimiento técnico y entusiasmo por la fotografía. Documentó las comunidades agrícolas en el Midwestern Dust Bowl y sus imágenes fueron elogiadas por su franqueza y actualidad. Desde 1940 hasta 1971 trabajó en la revista Look, primero como fotógrafo y, más tarde, como director de fotografía de la revista

Carl Mydans (1906 – 2004)

Carl Mydans nació y creció en Boston. Estudió periodismo de la Universidad de Boston y trabajó para varios periódicos de Boston y Nueva York. En 1931, entró en el mundo del fotoperiodismo tras comenzar a utilizar una cámara de 35 mm, aportando imágenes que completaban sus artículos.

Su trabajo en la FSA fue breve, entre 1935 y 1936, donde se inició documentando la industria del algodón en el sur del país. Mydans fue uno de los cuatro fotógrafos contratados por la revista Life para su lanzamiento, donde permanecería durante 36 años en activo hasta su cierre en 1972.

Russell Lee (1903 – 1986)

Russell Lee nació en Ottawa, Illinois. Estudió ingeniería química en la Universidad de Lehigh, en Pennsylvania, pero decidió dedicarse a la pintura y, más tarde, a la fotografía. Su trabajo más conocido para la FSA fue en la zona de Nuevo México. Durante la Segunda Guerra Mundial, viajó al norte de África, India y China para fotografiar los campos de aterrizaje que utilizarían los pilotos aliados. Entre 1946 y 1947, trabajó para el Departamento del Interior de los Estados Unidos (DOI), donde participó en un estudio de carácter médico en comunidades involucradas en la extracción de carbón bituminoso. Realizó más de 4.000 fotografías de mineros y sus condiciones de trabajo en las minas de carbón. También trabajó junto a Roy Stryker en la Standard Oil de Nueva Jersey.

En 1947 se instaló en Austin, Texas, donde fotografió comunidades de habla hispana de todo el estado, y también viajó por todo el mundo para realizar fotografías de temas concretos como los campos petroleros de Arabia Saudita o la vida en distintas regiones de Italia. Lee ayudó a establecer el programa de fotografía en el departamento de arte de la Universidad de Texas, donde enseñó hasta su jubilación en 1973.

Marion Post Wolcott (1910 – 1990)

Marion Post Wolcott nació en Montclair, Nueva Jersey. Estudió en The New School for Social Research de Nueva York y fue profesora en una pequeña ciudad de Massachussett hasta que se desplazó a Austria con su hermana Helen, alumna de la fotógrafa Trude Fleischmann, donde estudió fotografía en la Universidad de Viena. De vuelta en Nueva York asistió a cursos con Ralph Steiner, y llegó a ser fotógrafa independiente para Life, Fortune y otras revistas en el año 36. Paul Strand la recomendó a Roy Stryker para trabajar en la FSA, donde estuvo desde 1938 hasta 1942. Tras unos años en los que se dedicó a su familia, volvió a la fotografía profesional a partir de 1968. El trabajo de Wolcott ha sido expuesto en diversas exposiciones y ha recibido múltiples premios.

Su trabajo para la FSA fue variado y a menudo se le asignó completar proyectos ya iniciados por sus compañeros. Retrató la pobreza como aparecía en la mayoría de las fotografías de la FSA, pero también a sujetos ricos y de clase media que habían escapado de los efectos de la Gran Depresión.

Jack Delano (1914 – 1997)

Jack Delano nació en Kiev, Ucrania. Emigró a los Estados Unidos con su familia en 1923 y asistió a la Escuela de Música Settlement en Filadelfia como estudiante becado de 1925 a 1933, y a la Academia de Bellas Artes de Pensilvania, hasta 1937. Trabajó en los proyectos fotográficos de la Works Progress Administration, United Fund y la FSA, que lo destinó a Puerto Rico, país donde decidió instalarse a partir de 1946 y que lo contrató como el fotógrafo oficial de su gobierno. Delano también trabajó como ilustrador de libros, consultor gráfico, profesor de música y animador, y recibió una Beca Guggenheim y un Fondo Nacional para las Artes (National Endowment for the Arts o NEA) del gobierno de los EE.UU.

Su trabajo para la FSA resulta único porque no solo documentó regiones del país a través de su gente y paisajes, sino también de su cultura y patrones sociales; además, a menudo jugó con la escala en sus fotografías para dar más fuerza a los personajes que aparecían en ellas.

Lo que me lleva a disparar la cámara no es la imagen de las cosas, sino lo que significa”. Jack Delano

John Vachon (1914 – 1975)

John Vachon nació en St. Paul, Minnesota. Estudió literatura en St. Thomas College y en la Universidad Católica de América. Comenzó en la FSA como mensajero, pero gracias a su habilidad para la fotografía pasó a ser parte del equipo de fotógrafos, encargándose de documentar el área de las Llanuras. A partir de 1947, ya en Nueva York, fue miembro de la Photo League. Trabajó durante muchos años como fotógrafo para la revista Look y, en 1974, se convirtió en profesor invitado de la Facultad de Arte y Diseño de Minneapolis.

John Collier Jr. (1913 – 1992)

John Collier nació en Sparkill, Nueva York. Fotógrafo documental y docente, estudió pintura en San Francisco antes de dedicarse a la fotografía. Se unió a la FSA en 1941, participando también en la Oficina de Información de Guerra y, después de la Segunda Guerra Mundial, en la Standard Oil Company de Nueva Jersey, siempre junto a Roy Stryker. En 1946 inició su primer proyecto combinando la fotografía con la antropología, pero no fue hasta 1955 cuando se concentró en sus estudios fotográficos antropológicos, trabajando en Perú, Nuevo México y Nueva Escocia, entre otros lugares. Su libro “Antropología visual: la fotografía como método de investigación” (1967) es considerado un clásico del tema.

Andreas Feininger (1906 – 1999)

Andreas Feininger nació en París, Francia. Su padre fue el pintor Lyonel Feininger. Estudió en escuelas públicas alemanas y en la Bauhaus de Weimar. Su interés por la fotografía comenzó mientras estudiaba arquitectura, y trabajó como arquitecto y fotógrafo en Alemania durante cuatro años, hasta que la situación política se hizo imposible. Trabajó en el estudio de Le Corbusier en París, posteriormente se trasladó a Estocolmo, donde creó su propia agencia fotográfica especializada en fotografía arquitectónica e industrial. Feininger se mudó a Nueva York con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, donde trabajó como fotógrafo independiente para la Agencia Black Star.

Se unió a la FSA cuando ya había pasado a ser la Oficina de Información de Guerra de los Estados Unidos. Formó parte de la plantilla de fotógrafos de la revista Life entre 1943 y 1962. Posteriormente se concentró en su trabajo personal, con amplias exhibiciones y publicaciones, y recibió numerosos premios. Feininger, que siempre prefirió la fotografía en blanco y negro, construyó tres cámaras de primeros planos y cuatro teleobjetivos con los que pudo representar paisajes y escenas de ciudad en una gran perspectiva sin distorsiones, a la vez que mostraba sujetos en la lejanía a tamaños sorprendentes.

Colección del Registro histórico de ingeniería estadounidense – (Historic American Engineering Record o HAER)

Fue establecido en 1969 por el National Park Service (Servicio de Parques Nacionales), la American Society of Civil Engineers (Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles) y la Biblioteca del Congreso para documentar sitios y estructuras históricas relacionadas con la ingeniería y la industria. La colección específica de HAER dentro de la Biblioteca del Congreso cuenta con más de 10.000 imágenes.

Entre los fotógrafos contratados por el HAER está Jet Lowe (1946), que también se encargó de supervisar la sección fotográfica sobre ingeniería. Lowe comenzó su carrera como fotógrafo a finales de los años 60, aunque durante unos años aparcó su profesión debido al robo de su equipo y pasó a trabajar en la construcción y como mensajero. Más tarde, el fotógrafo Richard Avedon lo alentó a retomar la fotografía y decidió mudarse a Washington D.C. en 1974. En HAER comenzó a trabajar en 1978, haciendo fotografías de gran formato, y permaneció allí hasta su jubilación en 2013. Recibió el premio General Tools, el mayor galardón otorgado por la Sociedad de Arqueología Industrial (The Society for Industrial Archeology o SIA).

Fotografías: Eduardo Urdangaray. Textos: Rita Jardón.

 

Información:

PIONEROS. Fondos fotográficos mineros de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos

Mayo – Octubre 2022

Comisariada por Eduardo Urdangaray y Rita Jardón

Museo de la Siderurgia y de la Minería de Castilla y León

Pza. de San Blas.

24810. Sabero, León

Horario: 10:00 – 14:00 y 16:00 – 19:00. Lunes cerrado.

museosiderurgiamineriacyl.es

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

7 julio, 2022

La exposición “Tierra negra. Minas y Mineros Volumen III”, de Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez, en el Atenéu de Turón durante todo el mes de septiembre

MIERES, 01/09/2021.- El Atenéu de Turón acoge durante todo el mes de septiembre la exposición “Tierra negra. Minas y Mineros Volumen III”, de los fotoperiodistas asturianos Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez que, a través de sus fotos hacen un recorrido por la historia reciente de las comarcas mineras. Un recorrido por lo que estos territorios han vivido de la mano de dos fotógrafos que han captado con sus objetivos los principales acontecimientos en las Cuencas. Imágenes que hacen posible esta impresionante novela social fotográfica que vienen creando desde hace más de tres décadas y que se podrá visitar en el Atenéu de Turón desde hoy, 1 de septiembre, y hasta el próximo 1 de octubre. Verdad, cercanía y rigor en unas fotografías que hablan de lo que han sido y de lo que son las comarcas mineras, sus vecinas y vecinos, su patrimonio, las movilizaciones, los símbolos y objetos que forman parte de nuestra memoria colectiva… Su historia, nuestra historia, en definitiva.

 

“Miramos y vemos de nuevo ese mundo que se acaba, el mundo de las gentes del carbón y los territorios de los grandes castilletes, las turbinas, las lámparas que dibujó Picasso, los barrenos, las palas, los martillos, el pensamientos utópico y la ayuda mutua, las perchas de las que cuelgan los bombachos de la tarea, los tajos y las escombreras, las entibaciones prodigiosas o precarias, el mineral arrancado del subsuelo de los días y las noches”. “Nos dicen que en ese mundo que se acaba hay solo cascotes, cenizas, estériles piedras, el paisaje del tiempo denso de los combustibles fósiles. Pero hay también vivos y muertos, fracasos y esperanzas, ceremonias y solidaridades, trabajos y palabras que se perderán para siempre”. Estas palabras son solo un extracto del tarjetón de presentación de esta exposición que se podrá visitar de lunes a viernes en horario de 16.30 a 20 horas en el Atenéu de Turón.

 

1 septiembre, 2021

El Carburo, Luz en la mina, la colección de Fernando Cuevas Ruiz, en El Museo de la Mineria del Pais Vasco

No se sabe con exactitud si fue en la mina de la cueva de Urallaga o en alguna otra oquedad minera cercana donde se usó por primer vez la lámpara de carburo o de acetileno que inventara en 1897 el ingeniero francés afincado en Barcelona, Enrique Alexandre Gracián. “Lo que no hay duda es no solo que fue en el municipio de Galdames donde se usó por primera vez este avance de la iluminación minera sino que además en el País Vasco estaban dos de las principales empresas que los fabricaban: la Unión Cerrajera de Mondragón y la empresa Fisma S.L. de Erandio, además de otras dos empresas bilbainas, Industrial Comercial REMA e Industria Bilbainas (GEBA) que entre su productos incluían esas lámparas”, acredita el historiador y coleccionista, Fernando Cuevas, comisario de la exposición El carburo. Luz en la mina, recientemente inaugurada en el Museo de la Minería del País Vasco de Abanto Zierbena. Una inauguración que contó con la presencia del alcalde del palentino municipio de Barruelo de Santullán, Cristian Delgado, que fue recibido por su homóloga abantoarra, Maite Etxebarria poniendo de manifiesto la dilatada colaboración entre el Centro municipal de Interpretación de la Minería de Barruelo de Santullán y el Museo de la Minería del País Vasco.

La muestra estará hasta finales del mes de octubre y en ella puede contemplarse una espléndida colección de carburos o carbureros o candiles que eran utilizados en las minas del País Vasco con varios paneles explicativos de su origen y uso. “A finales del XIX aparecen las primeras patentes del carburo o lámpara de acetileno, un nuevo sistema de iluminación de llama directa, que durante la primera mitad del siglo XX se extenderá por las minas exentas de atmósferas peligrosas, debido a su bajo coste y a su gran poder lumínico”, explicó Fernando Cuevas, director del Museo Minero de Barruelo y coleccionista que ha reunido más de 500 ejemplares de los diferentes sistemas de iluminación utilizados históricamente en la minería.

Los sistemas de iluminación mineros tenían un único propósito: aumentar la potencia lumínica en el interior y crear así un ambiente de trabajo más propicio. Pero con el auge de la minería del carbón en la revolución industrial, un nuevo factor entró en juego: la seguridad. “Durante esta época el carbón se convirtió en la principal fuente de energía y en estas explotaciones fue donde empezaron a comprobarse los nefastos resultados del contacto entre las lámparas de llama viva y el grisú por lo que las lámparas de carburo no podían utilizarse en estas minas”, reseñó Fernando Cuevas quien rememoró cómo en las minas de Barruelo se decía que “se puede entrar con carburo pero no tienes garantía de que salgas”.

La lámpara de carburo, proscrita en la minería del carbón, supuso en Euskadi “la mayor revolución. La primera referencia escrita en la que se da cuenta del uso de este tipo de lámpara fue en Galdames. Esta lámpara supuso una auténtica revolución a todos los niveles no solo en el minería sino en otros sectores y actividades como la espeleología, los carburos caseros o de automoción”, desgranó Cuevas, quien recordó que “intentaron meter en la mina carburos más especiales por el tema de seguridad, para ver si no explotaban, aunque se quedó en un amago y la investigación continuó por otras vías hasta que se lograron las llamadas lámparas de seguridad”.

Esa diferencia sobre la peligrosidad por gases de la minería del carbón –junto con la alta especialización de algunos de los trabajos de interior que no existen al aire libre– distinguen a ambos tipos de minería si bien “la dureza del trabajo extractivo hace que compartamos una cultura minera común”, señala este historiador e hijo de minero que lleva desde 1999 al frente del museo minero de la ciudad palentina. “Al igual que hizo años antes Carmelo Uriarte, siempre he sentido debilidad por conservar los elementos de la minería que veía abandonados para que no ser perdieran”, apunta este investigador que en septiembre acudirá al museo minero a dar una conferencia sobre la historia de iluminación en las minas vascas.

“El carburo se patentó a finales del siglo XIX y hay referencia escrita de que su primer uso fue en Galdames”

“La existencia de grisú en las minas de carbón hizo que el carburo no sirviese como iluminación”

https://www.deia.eus/bizkaia/ezkerraldea-enkarterri/2021/06/06/barruelo-santullan-acerca-gallarta-luces/1126175.html

FUNCIONAMIENTO Y ESTRUCTURA. LAS PARTES DEL CARBURO DE GOTEO.

Un carburero es una lámpara que produce y quema gas acetileno (C2H2), que obtenemos de mezclar carburo de calcio (CaC2) con agua.

Estas lámparas están formadas por dos depósitos enroscados: el superior lleno de agua y el inferior de carburo. Estos depósitos están comunicados por una válvula reguladora del goteo o “Llave de agua” que pone en contacto ambos elementos, formando así el gas acetileno. Por el llamado “conducto de acetileno” el gas llega a un mechero regulador del flujo que lo transporta al exterior donde una vez encendido producirá una llama blanca y brillante con la que nos iluminamos. El carburero cuenta además con un tapón que cierra el orificio de llenado de agua y un asa y un gancho para facilitar su transporte.

PREPARAR, ENCENDER Y APAGAR EL CARBURO.

Los carburos en malas condiciones podían resultar peligrosos para las personas. Por lo que para su encendido y uso los fabricantes recomendaban varias medidas de seguridad, como comprobar que la unión de los dos depósitos esté perfectamente ajustada o que el mechero no esté obstruido por suciedad o restos de cal.

   Una vez efectuadas estas comprobaciones empezamos separando el depósito superior en el que primero cerramos la llave de goteo para después por el orificio libre del tapón rellenar el recipiente con ¾ de agua. Si todo está correcto veremos que la llave cierra y abre perfectamente.

El siguiente paso es coger el depósito inferior y poner sobre él las piedras de carburo (3/4 partes de su capacidad total para dejar espacio para los gases). A continuación y con la llave cerrada uniremos con la rosca (o con el tornillo prisionero) ambos depósitos asegurándonos que por la unión no pueda salir el acetileno.

Con el agua en su depósito y el carburo colocado, el primer paso para encender la lámpara es abrir con moderación la llave reguladora dejando pasar el agua al depósito de carburo y esperar a que el acetileno empiece a fluir por el mechero (lo detectaremos por el olor).Es entonces cuando encendemos la llama y la regulamos abriendo o cerrando la llave, a más agua más acetileno y llama más viva, y viceversa. (Lo ideal es buscar un flujo medio para lograr suficiente iluminación y mayor durabilidad)

   Para apagar la lámpara tan solo tenemos que cerrar la llave e impedir que el agua entre en contacto con el carburo así la llama se extinguirá. Para evitar su deterioro, después de cada uso hay que limpiar la lámpara para retirar los restos de cal de los depósitos y del resto de piezas.

CARBUROS VASCOS.

En el País Vasco se asentaron algunos de los principales fabricantes de carbureros. Aunque los más destacados eran FISMA en Erandio (Vizcaya) Y Unión Cerrajera en Mondragón (Guipúzcoa) existían otras dos empresas bilbaínas que entre sus productos incluían lámparas de acetileno: Industrial comercial “REMA” e Industrias Bilbaínas (GEBA).

   INDUSTRIAS FISMA. S.L

A FISMA pertenecen las lámparas de carburo más conocidas y suyo es uno de los últimos modelos en fabricarse en España, que en 1989 aún trabajaban en las minas de Áliva, en los Picos De Europa. Poca información escrita se ha preservado de la empresa, que también fabricaba otra extensa gama de artículos, que cesó su actividad en 1996.

La fábrica comienza a funcionar en los años 40 del siglo pasado y en 1941 se fabrican los primeros carburos, conocidos como modelos ligeros. Salieron al mercado en dos variante, el 1S y el 2S (la diferencia era la capacidad de carga del depósito de carburo de 200 o 300 gramos). Construidos en acero embutido, con un ligero baño de estaño, pesaban vacíos 670 gramos. Con una altura de 15 cm y un diámetro de 7 cm estaban compuestos por dos depósitos cilíndricos roscados entre sí. El mechero con una inclinación de 30º salía por la cara superior del depósito de agua, un puente móvil sujeto a los laterales servía de asa y en el centro del puente se situaba la unión con el gancho. El tapón del depósito, la rosca de cierre, el protector del mechero y la aguja dosificadora eran de latón.

 Buscando mayor robustez aparecieron los modelos “acorazados” de mayor tamaño y con cierre a presión por una palomilla roscada de la que salía el gancho. Se fabricaron tres modelos de estas lámparas reforzadas. El FIS-1R con un peso en vacío de 950 gramos y una altura de 16 cm construido en acero galvanizado y con una parábola en acero inoxidable tenía la mordaza de presión de hierro en color verde. El FIS-2R se diferenciaba del anterior en la abrazadera que ahora presentaba un perfil de hierro estampado en forma de U. Y el FIS-R3 construido en acero galvanizado, para evitar la oxidación.

   En los últimos años la empresa modificó adaptó el modelo 1S y 2S para mejorar su rendimiento en uso espeleológico denominando a estos nuevos modelos FIS-1S y FIS-2S. Estos modelos pensados para uso con casco reemplazaban el mechero original por un conector estriado de latón del que salía la goma. Para evitar la falta de regularidad de la llama y las pérdidas de presión fueron surgiendo nuevas modificaciones y los carburos de presión (FIS-3E). Emili Sabaté (EMILSA) partiendo de los modelo de Fisma perfeccionó más su funcionamiento con los modelos de auto presión (modelos FIS-4E y FIS-5E).

UNION CERRAJERA. UCEM.

Aunque los orígenes de la empresa Unión Cerrajera de Mondragón se remontan a 1856 se refunda el 22 de junio de 1906 y es considerada la gran empresa del sector llegando a contar con 1500 empleados en 1933. Dentro de la gran variedad de productos que patentó ya encontramos lámparas de mina en sus catálogos de 1910 (tipo sicilianas de aceite) aunque la primera lámpara de acetileno aparecería en el catálogo de 1921 bajó el nº884. Este carburero se pudo comprar hasta comienzos de la guerra civil en sus dos variantes de depósito; con capacidad para 200 o para 300 gramos de carburo.

En 1940 ambos modelos fueron sustituidos por uno nuevo, el 844b que frabricado en acero embutido, con un ligero baño de estaño se reconoce por la forma abombada que presenta la cara superior del depósito de agua. Pero lo más innovador es su cierre que garantizaba un ajuste hermético, con un aro roscado exterior unido a presión al depósito de carburo y un aro roscado interior unido al depósito de agua . Este modelo fue un auténtico éxito de ventas y aún se podía encontrar en las ferreterías hasta finales de los años 90.

INDUSTRIAL COMERCIAL “REMA”.

Centrada en herramientas industriales fue constituida por los hermanos Machín poco después de finalizada la guerra civil y sus sedes se localizaron en las calles Aguirre nº11 y Epalza nº2. En sus catálogos se mostraban dos modelos de carbureros; el primero construido en latón fuerte mostraba forma troncocónica y el segundo, en chapa de acero, presentaba forma cilíndrica.

INDUSTRIAS BILBAINAS (GEBA).

Marca registrada en 1944 su nombre surge del acrónimo formado por las iniciales de los cuatro socios fundadores. Los talleres y la ubicación social se encontraban en la calle general Eguía nº19 de Bilbao. Sus peculiares lámparas de acetileno no presentaban asa y el gancho de sujeción iba acoplado a un pequeño puente metálico soldado en la parte superior del depósito de agua. Al menos salieron al mercado dos modelos; el GEB-1 de 14 cm y 500 gramos de peso, con un depósito de agua de 7 cm de diámetro y el de carburo de 7,5. Con idéntico diámetro en los depósitos pero mayor altura y peso (16cm y 644 gramos) se podía comprar también el modelo GEB-2.

 

30 mayo, 2021

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León celebra la festividad de Santa Bárbara con una exposición que puede verse simultáneamente en once municipios mineros de la región

La exposición, en colaboración con el Archivo Histórico Minero, presenta más de un centenar de fotografías de temática minera.
El día cuatro de diciembre, festividad de Santa Bárbara, patrona de la minería, será este año muy diferente en todas las cuencas mineras del país, ya que debido a la situación sanitaria se han suspendido la mayoría de actos que suelen ocupar esta jornada de recuerdo y hermanamiento entre los trabajadores del carbón. La tradicional procesión con la santa a hombros de los mineros, el posterior encuentro de todos degustando unas “gijas” u otro producto típico de la zona o el baile de la tarde, este año no serán posibles después de muchas décadas seguidas sin interrupción.
La santa, protectora de la muerte súbita y acogida por ello como símbolo de un trabajo tradicionalmente tan peligroso, ha optado por proteger este año a los mineros, muchos de ellos sector de riesgo al estar aquejados de silicosis, quedándose en su capilla y animando a todos a hacer los mismo.
Sin embargo, para que el espíritu minero este más presente que nunca este día de Santa Bárbara en las cuencas de la región, el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, en colaboración con el Archivo Histórico Minero, dirigido por Eduardo Urdangaray, ha puesto en marcha la exposición “Tierras Mineras de Castilla y León. Santa Bárbara 2020”, que se extenderá por once municipios carboneros de Castilla y León.
La muestra llenará las calles de estos pueblos con enormes carteles que recordaran a sus habitantes su extraordinario pasado minero y el del resto de municipios participantes en ella. Veintiuna imágenes en blanco y negro, pegadas en fachadas, muros, cristaleras, con el rostro de los mineros, las instalaciones más emblemáticas o los momentos de lucha para evitar un fin anunciado, podrán ser vistas a lo largo de un recorrido al aire libre de una forma tranquila y segura por los vecinos y visitantes.
La mitad de las fotografías son específicas del municipio que las acoge y la otra mitad muestran algunos de los lugares iconos en la minería del resto de municipios, con la idea de que el conocimiento de las otras cuencas sirva para afianzar aún más el hermanamiento entre ellas en un momento duro para todas con el fin de la actividad minera.
El fotógrafo Eduardo Urdangaray, con una larga trayectoria profesional e impulsor del Archivo Histórico Minero, el banco de imágenes sobre minería más importante a nivel mundial, es el comisario de esta exposición, que fue ideada también por él. La labor de búsqueda y selección de imágenes realizada en su trabajo de comisariado no ha sido fácil y ha puesto de manifestó la carencia que existe de fotografías de calidad en torno al trabajo minero en las cuencas de Castilla y León, especialmente las relativas a la minería antigua. Sin embargo, también ha permitido descubrir algunas joyas y el importante trabajo de recuperación que están haciendo algunas asociaciones como el Club Xeitu de Villablino, el Archivo Fotográfico Minero de Barruelo de Santullán o sagas de fotógrafos como Darío o Dori de Fabero.
La exposición, producida por el museo, cuenta con la colaboración de los ayuntamientos de Sabero, La Robla, La Pola de Gordón, Fabero, Villablino, Bembibre, Torre del Bierzo, todos en la provincia de León, y Guardo, Velilla del Río Carrión, Barruelo de Santullán y Brañosera. Estos municipios, que acogerán la muestra, han aportado fotografías, seleccionado los lugares donde se pegarán estos grandes carteles con las imágenes y serán los encargados de colocarlos.
La exposición puesta en marcha por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, se podrá disfrutar de forma simultánea en estos once municipios a partir de las doce horas del día 4 de diciembre y permanecerá en cada lugar hasta que el paso del tiempo vaya haciendo desaparecer estas imágenes como símbolo de la desaparición de la minería en la región a lo largo de este siglo y medio de andadura.

5 diciembre, 2020

El Museo de la Siderurgia y la Minería cierra este jueves su ciclo ‘Encuentros con mineros en el MSM’ con los emigrantes llegados a las cuencas

El ciclo ha estado dedicado a los emigrantes que llegaron al Valle de Sabero. Este jueves 26 tendrá lugar la última sesión, dentro de su programa MSM Formación.
El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero, León, dentro de su programa MSM Formación, cierra este jueves 26 de noviembre su ciclo ‘Encuentros con mineros’ para el año 2020.
En esta edición el ciclo está dedicado a conocer los testimonios de los emigrantes que llegaron a las cuencas mineras desde diversos lugares en busca de trabajo. En este último encuentro participarán emigrantes llegados al Valle de Sabero desde diversos lugares de España, como Zamora o Andalucía.
Los protagonistas del encuentro contarán a los presentes cómo fue su experiencia a la hora de dejar atrás sus hogares para venir a las cuencas mineras en busca de trabajo, y cómo muchos de ellos se asentaron definitivamente en el valle incluso después del cierre de la minería.
La actividad puesta en marcha por la Consejería de Cultura y Turismo en el museo estará moderada por Fulgencio Fernández (periodista del periódico La Nueva Crónica de León) y tendrá lugar el próximo jueves día 26 de noviembre a las cinco de la tarde con inscripción previa en el centro y aforo limitado por normativa COVID.
Ciclo ‘Encuentros con mineros’
Con esta sesión finaliza el ciclo, en que también han participado emigrantes llegados desde otros países, como Portugal o Cabo Verde, y de otras regiones españolas como Galicia, Extremadura o Asturias.
Con estos encuentros, el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León quiere dar a conocer la historia de la minería y de las empresas que la hicieron posible con el testimonio de trabajadores que relatan sus experiencias en primera persona.

20 noviembre, 2020

El Museo de la Siderurgia y la Minería organiza visitas guiadas a las excavaciones arqueológicas del horno alto de la Ferrería de San Blas

Los arqueólogos Javier San Vicente y Antonio Trigo mostrarán las recientes excavaciones arqueológicas realizadas en la zona del horno alto de la Ferrería de San Blas.

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero (León), ha programado para el próximo sábado 21 de noviembre varias visitas guiadas a la excavación arqueológica del horno alto de la Ferrería de San Blas’, dentro de su ciclo MSM Formación.

La Ferrería de San Blas fue la primera industria siderúrgica moderna del país, que encendió sus hornos altos con carbón de cok a mediados del siglo XIX trayendo la revolución industrial al norte de España.

Para conocer mejor su historia y los procesos de fundición que se realizaban en este sector de la ferrería, la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León ha promovido una excavación arqueológica en el espacio ocupado por el segundo de los hornos altos con los que contaba la instalación.

Estos trabajos arqueológicos han permitido sacar a la luz varias estructuras muy interesantes, entre las que destacan dos de las bases del horno alto, la zona del crisol, una de las estufas que calentaban el aire que se introducía en los hornos, varios conductos por los que circulaba éste, unos grandes elementos metálicos que servían de compuertas regulatorias del flujo de aire y la zona de moldeo con su arena original, entre otras.

16 noviembre, 2020

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León organiza una visita especial al Archivo Histórico Minero de Castilla y León

La actividad se desarrollará el jueves 12 de noviembre y tendrá dos pases, a las 17:00 y 17:30 horas. El objetivo es mostrar al público las instalaciones del nuevo archivo, que será uno de los más importantes del país en la temática minera.

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero, abrirá en los próximos meses el Archivo Histórico Minero de Castilla y León. Éste archivo será uno de los más grandes del país dedicado a esta temática, custodiando cientos de miles de documentos, planos y fotografías pertenecientes a las empresas mineras más importantes de la Comunidad.

En sus fondos se puede encontrar información de sociedades tan relevantes como la Hullera Vasco Leonesa, Hulleras de Sabero y Anexas, Minas de Barruelo S.A o Minero Siderúrgica de Ponferrada, además de documentación de otras muchas empresas de menor tamaño o de otras sociedades vinculadas con el sector minero.

El centro será referente para todos aquellos investigadores interesados en el rico pasado minero de Castilla y León, que podrán encontrar de una forma ordenada y centralizada información relevante para sus trabajos.

Con el objetivo de mostrar al público las instalaciones de este nuevo archivo y cómo avanzan los trabajos de clasificación y organización de todos estos documentos el museo organiza una visita especial al mismo. Los asistentes podrán ver las distintas salas de las que se compone el archivo, como son la fototeca, la sala de investigadores, los depósitos de documentación, la sala de planos o la sala de depósito temporal.

La actividad tendrá lugar el jueves día 12 de noviembre, y habrá dos visitas, a las 17:00 y 17:30 horas, limitadas a cinco personas por normativa Covid-19. Para participar en las visitas, es necesaria la inscripción previa en el museo y se cumplirá con todas las medidas que marca el protocolo sanitario. Desde la Consejería de Cultura y Turismo se está trabajando en la adaptación online de la programación cultural prevista en noviembre, con el objetivo de poder mantenerla si las circunstancias sanitarias así lo requieren.

9 noviembre, 2020

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León acoge la exposición temporal ‘La minería en la provincia de León’

La muestra, promovida por la Consejería de Cultura y Turismo, reúne los resultados de un estudio sobre los recursos mineros en la provincia leonesa y será inaugurada el viernes día 2 a las 12 horas.

Tras su paso por el Pozo Julia en Fabero y el Museo del Ferrocarril en Ponferrada, la exposición ´La minería en la provincia de León´ cierra su ciclo expositivo en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León en Sabero (León).

Esta actividad forma parte del programa ‘AR&PA Territorio’, promovido por la Consejería de Cultura y Turismo, que impulsa la participación ciudadana y la iniciativa social en la gestión del patrimonio cultural, con fórmulas de concertación público-privada y con mecanismos que permiten su valorización, preferentemente en áreas rurales.

Mediante un total de 14 paneles expositivos, se explican las diversas actividades mineras desarrolladas a lo largo de la historia, analizando su incidencia en la población e impacto en el territorio y las infraestructuras e instalaciones generadas, mostrando su situación actual y las alternativas posibles en relación con el patrimonio y los paisajes generados. “La minería ha constituido una actividad desarrollada para extraer productos únicos y excepcionales, con el fin de obtener recursos que sirven para crear objetos utilitarios, para generar fuentes de energía o para mejorar las condiciones de vida del hombre”, matizan fuentes de la Junta.

Paralelamente a la exposición, se ha diseñado un catálogo y material interactivo donde se detallan los contenidos de la muestra, junto a un documental sobre canteras tradicionales en El Bierzo. Todos estos trabajos están alojados en el Portal de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, https://patrimoniocultural.jcyl.es .

La muestra podrá visitarse en el MSM del 2 de octubre al 1 de noviembre. Acompañando a la exposición, se han organizado una serie de actividades didácticas consistentes en visitas guiadas a la muestra, talleres didácticos y una programación de charlas con profesionales en el Museo de la Siderurgia y la Minería en Sabero.

La exposición forma parte de un proyecto cofinanciado por Programa INTERREG V-A de cooperación transfronteriza España – Portugal (POCTEP) 2014 – 2020 dentro del proyecto PATCOM (patrimonio cultural en común), del cual la Junta de Castilla y León es el beneficiario principal.

La inauguración está prevista para el viernes día 2 de octubre a las doce horas con aforo limitado.

 

29 septiembre, 2020

Unas obras destapan la línea férrea minera, que unía San Juan y Arnao

Era utilizada por la Real Compañía Asturiana de Minas para trasladar material entre fábricas y quedó anulada en los años setenta.

La Real Compañía Asturiana de Minas ha dejado en Castrillón un gran patrimonio industrial que aún sigue aflorando. Unas obras en el tendido eléctrico de la calle Pablo Laloux de Salinas han sacado a la luz la antigua línea férrea utilizada por la compañía para trasladar material entre sus fábricas de San Juan de Nieva y Arnao.

Los residentes en Salinas desde hace décadas aún recuerdan como el tren cruzaba la localidad por la calle Pablo Laloux. Aunque este trazado dejó de utilizarse hace muchas décadas son muchos los que anhelan aquellos años. Los raíles encontrados estaban escondidos bajo las actuales aceras de la calle, una de las más transitadas de Salinas al ser la de principal acceso al paseo marítimo.

 

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Tan solo unos centímetros de cemento y baldosa ocultaban las vías. Fue a principios de los años 70 cuando la reurbanización de esa zona de Salinas dejó enterrados esos vestigios que ahora el Ayuntamiento de Castrillón se plantea recuperar como un recuerdo más de ese pasado industrial. «No éramos conocedores de que se habían conservado. Es posible que en su momento se hiciera la acera encima sin haber retirado los raíles y que estén todos debajo. En cuanto nos enteramos de lo que se había descubierto con las obras, la Oficina Técnica se puso a trabajar para paralizar los trabajos y ver cómo podemos recuperar esos raíles», explicó la alcaldesa, Yasmina Triguero.

Aunque la reacción fue rápida, no lo fue lo suficiente pues antes de que los técnicos municipales acudieran a Salinas para comprobar el estado de las vías, la empresa que ejecuta las obras en el tendido eléctrico había cortado una de ellas para aprovechar el espacio para hacer una arqueta. «Hemos contactado con el Museo del Ferrocarril y nos dicen que pueden tener interés. Ahora está todo parado hasta que se pueda ver la viabilidad de su recuperación sin que esto entorpezca el paso de los peatones por la acera. Nos gustaría poder recuperar ese vestigio y poner una señalética que recuerde sus usos», detalló Triguero. Por el momento, las obras han continuado en la calle pero en el tramo que no afecta a las vías, aunque estas ya están dañadas al cortar una de ellas.

Ahora el hallazgo se encuentra tapado por una plancha metálica para que no se dañen mientras se decide qué hacer con ellos. Los restos han despertado los recuerdos de los vecinos de Salinas que convivieron con las vías del tren antes de su soterramiento con la ejecución de las aceras y que jugaron entre su trazado o bien tenían familiares trabajando para la Real Compañía en esta vía. «Apostamos por recuperar nuestro patrimonio industrial que veo que atrae a visitantes y esta puede ser una oportunidad de rescatar esta línea que estuvo operativa durante tantos años y que cruzaba la localidad», insiste la alcaldesa.

 

Texto – S. GONZÁLEZ

https://www.elcomercio.es/asturias/mas-concejos/obras-destapan-linea-20200614004220-ntvo.html

 

15 junio, 2020

El Museo de la Mineria del Pais Vasco reabre sus puertas el Martes 2 de Junio

Se reabre el Museo de la Minería del País Vasco. Hemos adaptado el Museo a la nueva situación derivada del COVID-19, por lo que te pedimos por favor que, por tu seguridad, la de los empleados y voluntarios del museo llames por teléfono antes de visitarnos, para poder establecer el horario de visita más adecuado para ti y evitar problemas de aforo o esperas innecesarias.

Desde el próximo martes dia 2 de Junio, el museo estará abierto al público de nuevo, en nuestro horario habitual:
. De martes de viernes de 9:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00h (20:00 en julio y agosto).
. Sábados de 11:00h a 14:00 y 16:00 a 19:00h (20:00 en julio y agosto).
. Domingos de 11:00 a 14:30h.
. Lunes cerrado.

Es imprescindible el uso de mascarilla. ¡Recuérdalo!

¡Os esperamos!

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El museo se desarrolla como espacio en el que tienen lugar diferentes procesos educativos. Su principal misión social es facilitar el acceso físico e intelectual a los objetos que expone y a sus significados, y este papel mediador puede producirse de muy diversas maneras, unas más académicas y otras más informales, unas más intelectuales y otras más emocionales, unas de carácter obligatorio y otras de carácter voluntario, dependiendo de la intencionalidad y de las necesidades de los distintos tipos de visitantes.

Por todo ello, el equipo del Museo de la Minería del País Vasco propone comunicar, informar y motivar el aprendizaje mediante las diferentes actividades culturales que ofrece. Y es de esta manera que el visitante se sumerge en el universo de los recuerdos y vivencias que han marcado la vida de muchas de las personas que directa o indirectamente vivieron de la actividad minera, siendo esta una experiencia única.

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29 mayo, 2020

El Museo de la Siderurgia y la Mineria de Castilla y Leòn reabre el Viernes 29 de Mayo

El centro anima a todos los leoneses a conocer su patrimonio minero e industrial

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero (León) reabre sus puertas este viernes de manera gratuita y con la adopción de todas las medidas indicadas por las autoridades sanitarias para garantizar la seguridad de visitantes y trabajadores. Entre ellas se incluyen la reducción del aforo a un tercio, la desconexión de los interactivos, la supresión del servicio de taquilla, la higienización y desinfección frecuente de las instalaciones, el establecimiento de distancias de seguridad, geles hidroalcohólicos , etc.

La apertura es general para todos los museos dependientes de la Junta de Castilla y León, tanto los regionales como los provinciales. A partir del viernes será posible la visita presencial a las exposiciones de forma individual, quedando suspendidas las visitas guiadas. De igual forma la actividad cultural y educativa se desarrollará de forma online a través de los perfiles del centro en redes sociales.

El acceso al museo será gratuito, en horario de miércoles a sábado de 12:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 h., y domingos y festivos de 12:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 h.

Los visitantes podrán disfrutar de dos exposiciones temporales que debido a las circunstancias se han prorrogado hasta finales de agosto.

Filatelia minera

“Filatelia Minera”, es una exposición temporal que presenta la colección de sellos de temática minera del ingeniero técnico de minas Salvador González Solís. Compuesta por más de ciento veinte sellos de diferentes épocas y lugares del mundo, permite hacer un repaso por la minería de todos los continentes. Cada estampilla es una pequeña obra de arte, que además aporta valiosa información, ya que refleja la maquinaria y modos de trabajo de esa actividad en el país emisor y en un tiempo concreto.

“Rincón de luz. Colección MSM” presenta parte de la colección de lámparas de mina que ha ido conformando el museo a lo largo de los últimos años. En la misma tienen cabida desde los antiguos candiles hasta las lámparas más modernas usadas hoy en día. La visita a la exposición es un recorrido por la historia y la técnica de la iluminación minera.

Rincón de luz

El museo ánima a todos los leoneses a aprovechar estos días para conocer mejor el patrimonio minero e industrial de la provincia, visitando los museos de esta temática que por lo general se encuentran en zonas con una gran riqueza paisajística.

28 mayo, 2020

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León presenta en junio una intensa actividad online para todos los públicos

#Delsalónalagalería pretende llevar el trabajo y la cultura minera a todos los hogares, desde este centro ubicado en Sabero y perteneciente a la red de museos regionales de la Junta de Castilla y León

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León ha reabierto sus puertas el 29 de mayo y aunque aún no está permitida la realización de actividades culturales y didácticas de forma presencial, el centro lo suple con la oferta de una amplia programación cultural online, que bajo el título #delsalónalagalería lleva con un solo click del salón de casa al interior de las galerías, cada una de ellas llena de contenidos sobre minería y siderurgia.

Así, los lunes, se podrá descender cien metros en este pozo virtual para escuchar el programa de radio SER Minero, elaborado por la Cadena Ser y el museo. Por él, a las 12.45 horas, irán desfilando protagonistas del trabajo y la cultura minera para compartir con los oyentes sus recuerdos y conocimientos. El proyecto científico “Agromina”, el proyecto fotográfico “The End”, el proyecto musical “Las piezas suenan”, el proyecto literario “El valle de los sueños” o el proyecto turístico “Ruta de la Cerra” serán los temas a tratar en los diferentes programas.

Los martes toca descender un poco más, hasta la segunda galería, a unos doscientos metros. Allí, esperan las ‘Joyas del MSM’, todas esas valiosas piezas que atesora el museo y que serán explicadas por quienes todos los días las cuidan y explican a los visitantes. Las máquinas de la Ferrería, los subproductos del carbón, las piezas de la botica, los elementos de transporte y los recuerdos de los equipos de futbol minero serán las joyas escogidas en el mes de mayo.

Los miércoles, ya acostumbrados a la profundidad y la oscuridad, es el día en el que los niños son los protagonistas. Para ellos, el programa ’Guajes Mineros’ ofrecerá los cuentos animados, “El conejito” de Lorenzo Calvo basado en el cuento de Miguel Hernandez y “El jilguero Valentín”, así como dos sesiones de ciencia divertida donde los más pequeños descubrirán experimentos sorprendentes.

Los jueves toca hacer un nuevo esfuerzo y descender otros cien metros, hasta la cuarta galería, para resolver todas las dudas que sobre minería y geología se presenten. Allí, en el programa ‘Con…Ciencia…minera’ el ingeniero Gabriel Frias desvelará el origen, historia y uso del hierro y el acero. Junto a él, el geólogo Javier Fernández Lozano hablará de la

minería del siglo XXI y los materiales necesarios para las nuevas tecnologías, como el grafeno o las tierras raras.

Y ya habituados al ambiente minero bajo tierra, los viernes toca descender a la quinta y última galería, a quinientos metros de profundidad, para disfrutar de un buen libro, una buena pelicula y porque no una buena comida…

Así, se presentaran los libros “Los niños de humo” de Aitana Castaño y “Relatos Mineros” de Juan Carlos Lorenzana, se podrán visionar los documentales “Así me hice minero”, “Muerte en la mina”, “Mujer y mina” y “Vegamediana. Tierra de frio y polvo”, elaborados por el museo dentro de su proyecto “Palabra de minero” y se aprenderán dos recetas mineras con Jose María Escapa, una elaborada en la clásica olla ferroviaria y la mítica empanada de Cornualles.

Todas estas actividades son gratuitas y se pueden seguir a través de los diferentes perfiles del museo en redes sociales. Su consulta y la de la programación del resto de centros culturales de la junta es posible en el enlace https://cultura.jcyl.es/web/jcyl/Cultura/es/Plantilla100/1284951289541/_/_/_.

Puedes dercargar el PDF con toda la programacion aqui

MSM – Programacion Online Junio 2020. 34 Paginas. PDF

26 mayo, 2020

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León presenta en mayo una intensa actividad online para todos los públicos desde ‘Guajes Mineros’ a ‘Cuentos de la mina’

#Delsalónalagalería pretende llevar el trabajo y la cultura minera a todos los hogares, desde este centro ubicado en Sabero y perteneciente a la red de museos regionales de la Junta de Castilla y León

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León permanece cerrado desde que se activó la alerta sanitaria, pero el centro ha desplegado a lo largo de estas semanas una intensa actividad en sus redes sociales, ofreciendo contenidos muy variados para todo tipo de públicos y abriendo sus archivos para mostrar piezas, testimonios, fotografías y documentos. Con ello continúa cumpliendo su función, dar a conocer el trabajo y la cultura minera.

El Museo ha diseñado una amplia programación cultural online, que bajo el título #delsalónalagalería lleva con un solo click del salón de casa al interior de las galerías, cada una de ellas llena de contenidos sobre minería y siderurgia.

Así, los lunes, se podrá descender cien metros en este pozo virtual para escuchar el programa de radio SER Minero, elaborado por la Cadena Ser y el museo. Por él, a las 12.45 horas, irán desfilando protagonistas del trabajo y la cultura minera para compartir con los oyentes sus recuerdos y conocimientos.

En los programas de mayo participaran Maria Paz Martinez, alcaldesa del municipio leonés de Fabero para hablar del pasado, presente y futuro del Pozo Julia, instalación minera incluida recientemente en la Ruta Europea del Patrimonio Industrial; Roberto Matías, ingeniero de minas e investigador, que desgranará la figura de un auténtico visionario del carbón, José Revilla ; Manuel Lamelas, el último empresario minero de España, para explicar su nuevo proyecto de recuerdo a la memoria minera en Torre del Bierzo; y Fernando Cuevas, historiador e investigador, que hablará de Mariano Zuadnavar, otro insigne visionario minero.

Los martes toca descender un poco más, hasta la segunda galería, a unos doscientos metros. Allí, esperan las ‘Joyas del MSM’, todas esas valiosas piezas que atesora el museo y que serán explicadas por quienes todos los días las cuidan y explican a los visitantes. Los elementos del taller de ajuste de la Ferrería de San Blas, las piezas fabricadas en ella, los equipos de las Brigadas de Salvamento y los utensilios con los que el minero arranca el carbón, serán las joyas escogidas en el mes de mayo.

Los miércoles, ya acostumbrados a la profundidad y la oscuridad, es el día en el que los niños son los protagonistas. Para ellos, el programa ’Guajes Minero’ tiene preparados divertidos juegos con las escenas de la exposición temporal “La mina en plastilina”, con los que de una forma divertida aprenderán todo sobre el mundo de la mina. Y el escritor, actor y cuentacuentos Manuel Ferrero ocupará otras dos tardes desde la galería contando sus ‘Cuentos de la Mina’.

Los jueves toca hacer un nuevo esfuerzo y descender otros cien metros, hasta la cuarta galería, donde esperan el ingeniero técnico de minas Salvador González Solís y el historiador Fernando Cuevas. Ambos acompañaran a los visitantes virtuales a las exposiciones temporales ‘Filatelia Minera’ y ‘Rincón de luz’, de las que son comisarios.

‘Filatelia Minera’ muestra parte de la colección de sellos de temática minera que a lo largo de los años ha ido conformando Salvador, con pequeñas obras de arte de numerosos países del mundo.

‘Rincón de luz’ presenta parte de la colección de lámparas de mina propiedad del museo, con una selección de los diferentes modelos que abarca varias épocas y países.

Y ya habituados al ambiente minero bajo tierra, los viernes toca descender a la quinta y última galería, a quinientos metros de profundidad, para resolver todas las dudas que sobre minería y geología se presenten. Allí, en el programa ‘Con…Ciencia…minera’ el divulgador científico Jose Vicente Casado, desvelará el origen del carbón y los secretos de los meteoritos. Junto a él, el ingeniero de minas Roberto Matías presentará la minería del siglo XXI y los materiales necesarios para las nuevas tecnologías. Cierra el ciclo el divulgador Luis José Sardina con un tema tan interesante como sorprendente, los bosques fósiles.

No se olvida el museo de que en el mes de mayo se celebran en todo el mundo ‘La noche de los museos’ y ‘El Día internacional de los museos’.

Para ello ha preparado una visita virtual nocturna al interior del museo el día 17 de mayo y una visita a las zonas de trabajo interno del centro para el día 18 de mayo, con el objeto de que los visitantes conozcan el museo de una forma diferente, a oscuras, y también para que entren en el archivo, el almacén, la biblioteca y entiendan mejor el trabajo que se realiza en el centro.

Puedes dercargar el PDF con toda la programacion aqui

Programación online Mayo 2020. Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León. 33 Paginas. PDF

 

30 abril, 2020

Inagurada la exposicion “Accidentes laborales y prevención, siglos XIX-XXI” en el Museo de la Mineria del Pais Vasco

Inagurada la exposicion “Accidentes laborales y prevención, siglos XIX-XXI” ,en el Museo de la Mineria del Pais Vasco. Se podra visitar hasta el hasta el 31 de Mayo.

Los accidentes laborales acompañaron y acompañan la actividad laboral. Hasta finales del siglo XIX se consideraban meros infortunios. Dejaban a los trabajadores en una posicion dificil, dependientes provisional o permanentementede la familia, sus empleadores o la beneficencia. En la mineria Vizacaina del hierro de esos años fueron abundantidsimos, hasta el punto de que los patronos levantaron desde la decada de 1880 hospitales minerosen la comarcapara atender a los trabajadores heridos.

Tarjeton de la exposicion, Accidentes laborales y Prevencion. Siglos XIX - XXI. Museom de la Mineria del Pais Vasco. 2019 - Page 2

 

El Estado legislo desde 1900 en España la responsabilidad patronal, con obligacion de asistencia y reparacion. Paulatinamente se promovieron medidas preventivas y se alentaron mecanismos de seguridad y salud en el trabajo. Esta muestra, elaborada con materiales del Museo de la Mineria del Pais Vasco y del Instituto Vasco de seguridad y salud laboral – Osalan, pretende esbozar el proceso historico desde la pura exposicion al riesgo de los trabajadores hasta la problematica de nuestros dias.

Tarjeton de la exposicion, Accidentes laborales y Prevencion. Siglos XIX – XXI. Museo de la Mineria del Pais Vasco. 2019

 

5 marzo, 2020

La piel minera de Bembibre

Cubierto de carbón hasta la cintura, como si hubiera brotado de la tierra, el torso desnudo, la herramienta en la mano, el casco y la linterna. José Fernández ‘Siete’ rascaba el cielo de la mina hace diez años bajo las bóvedas negras de Antracitas de Brañuelas, una de las últimas explotaciones de carbón que funcionaron en la cuenca del Bierzo Alto. ‘Siete’ así le conocen en Bembibre, parecía entonces uno de los personajes de las películas de José Luis Cuerda, semienterrado en la penumbra. Pero no había nada de comedia en la fotografía, que resume como pocas la dureza del trabajo de los que picaban el carbón.

Por eso es una de las imágenes que desde ayer y hasta el próximo 29 de febrero se pueden ver en la exposición ‘Piel Minera’, con la que el Ayuntamiento de Bembibre inicia las actividades culturales dedicadas al viejo oficio de los mineros en la semana previa a la celebración del Festival Nacional del Botillo. Son 45 fotografías expuestas en la Casa de las Culturas que plasman la evolución del trabajo minero a través de las décadas en las que ésta labor fue la principal fuente de riqueza de la cuenca. Coordinada y seleccionada por la fotógrafa local Milagros García Olano, la muestra reúne imágenes cedidas por antiguos mineros o por su familias y suma obras de la propia coordinadora y de la foto-reportera de Diario de León Ana F. Barredo.

Lejos de la costumbre de poner un titular a cada una de las imágenes que se incluyen en una exposición, Mila García entiende que en este caso «las fotos hablan por sí solas, no necesitan título». Cada una de las piezas tiene un mensaje claro que trasladar. «Tienen sentimiento, y se trata de que no se olvide el esfuerzo de toda esa gente que llevó a nuestro Bierzo a un alto nivel socio económico y cómo se ha dejado perder».

Orgullo minero

Comparativas de antes y después de algunas instalaciones, los cambios que se produjeron en las condiciones de trabajo, muestras del acceso de los trabajadores a las explotaciones o primeros planos de mineros al salir del tajo son parte de las obras que, lejos de mostrar una imagen triste por el duro trabajo y la pérdida de un sector clave para el Bierzo quiere dar un «mensaje de orgullo por nuestra gente y su esfuerzo».

Las imágenes expuestas en la muestra inaugurada ayer tarde, todas ellas reveladas en blanco y negro «porque trasladan con más fuerza el mensaje», explica Olano, pasarán a formar parte del archivo minero que puso en marcha el Ayuntamiento de Bembibre a través de la Concejalía de Cultura, Turismo, Fiestas y Comercio que preside Belén Martín.

 

 

8 febrero, 2020

El Museo de la Energía expone la obra de la diseñadora Paula Pérez. ¨Antracita¨, hasta el 17 de Marzo de 2019

Desde este viernes 30 de Noviembre se podrá visitar en La Fábrica de Luz. Museo de la Energía, la exposición temporal, Antracita, una colección de calzado a través de la cual se realiza un homenaje al oficio de la minería.

La autora de las piezas, la diseñadora Paula Pérez, ofrecerá este mismo viernes a las 12:00 horas un encuentro abierto al público para compartir su experiencia, sus motivaciones y los entresijos de las piezas que componen la muestra. Esta actividad será gratuita con entrada libre para público general hasta completar aforo.

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La exposición, que se podrá visitar gratuitamente durante el horario de apertura del museo ponferradino, muestra una serie de diseños y piezas originales creados por Paula Pérez, donde el calzado se emplea como herramienta de expresión para ofrecer un sentido homenaje a la actividad minera. La inspiración de la que nace la colección son las mujeres que, como la abuela de la diseñadora, trabajaron en el exterior de las explotaciones mineras de carbón en los años 40 y 50.

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Así, Antracita propone con cada modelo un ejercicio vivencial y de recorrido por la mina hasta lo más profundo de esta, al interior del mineral y al corazón del minero. Esta será la primera vez que la colección Antracita se muestre al público y podrá visitarse en ‘La Fábrica de Luz. Museo de la Energía’ en Ponferrada hasta el domingo 17 de marzo de 2019.

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Biografía de Paula Pérez


Diseñadora novel, natural de Madrid con raíces leonesas y asturianas. El trabajo de Paula Pérez ha sido reconocido a principio de este mes de noviembre con el premio al Mejor Proyecto durante la sexta edición de la jornada Demoday, organizada por el espacio de trabajo compartido Startup Alcobendas en Madrid. Dentro de este proyecto se encuentra la colección Antracita que se muestra en esta exposición, donde se utiliza el calzado como herramienta de expresión. 

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Texto – Fabrica de Luz. Museo de la Energia

Fotos – Eduardo Urdangaray

 

 


24 noviembre, 2018

La Residencia de Felechosa acoge la exposición, Dos patrias llevo conmigo. Niños de la guerra en la Unión Soviética (1937-2017)

La Residencia SPA Felechosa acogerá a partir del lunes 12 de noviembre y hasta fin de año la exposición: Dos patrias llevo conmigo. Niños de la guerra en la Unión Soviética (1937-2017), un proyecto cultural, divulgativo de memoria histórica en este caso, enmarcado en la colaboración que mantiene este centro del Grupo Montepío y Mutualidad de la Minería Asturiana con el Muséu del Pueblo de Asturias (de Gijón) en sus 50 años de actividad. De esta colaboración ya han salido tres expos: la colección fotográfica de Valentín Ruiz (1941-51 en Cuencas mineras), Mazcaraes (tradiciones del mundo celta) y esta dedicada a Los niños de la Guerra, muy cercana por contexto histórico a nuestros residentes mayores.

Niños con traje tradicional ruso en Casa de niños nº1 'Pravda'

La expo de Los Niños de la Guerra (aquellos que fueron exiliados para escapar del hambre, la infamia y la tragedia en la contienda civil española) se compone de 34 paneles que documentan aquella dramática aventura hacia un mundo desconocido, diferente, dejando atrás la madre, y la patria, la familia y las raíces. Se trata de 400 fotografías ineditas procedentes de archivos familiares que se han recopilado en los dos últimos años en Asturias, Ucrania, Georgia y Rusia. Son en su gran mayoría retratos individuales, familiares o de grupo, y en ellas se muestra la vida de estos niños antes de partir y, sobre todo, en la Unión Soviética: en las Casas de Niños, en actividades deportivas y educativas, en retratos de las familias que formaron en la Unión Soviética y en las reuniones que organizaban para mantener sus vínculos.

Artek (Crimea). En el grupo está Oliva Gonzalez

La exposición “Dos patrias llevo conmigo” ha sido posible gracias al empeño de un grupo de supervivientes o descendientes de aquellos “niños de la guerra”, que vivieron gran parte de sus vidas en la Unión Soviética. Y es posible, gracias a sus generosas aportaciones.

Durante la Guerra Civil fueron evacuados alrededor de 33.000 niños de la España republicana. Francia recibió cerca de 20.000, Inglaterra unos 4.000 niños, Bélgica en torno a 5.000, la URSS 3.000, México 463, Suiza unos 430 y Dinamarca un pequeño grupo de 100. Todos ellos salieron en varias expediciones entre 1937 y 1938 acompañados de maestros y personal auxiliar que los cuidaba. La tercera de esas expediciones partió la noche del 23 de septiembre de 1937 desde el puerto de El Musel (Gijón/Xixón). En el destartalado carguero francés Deriguerina, con base en La Rochelle, iban cerca de 1.200 niños casi todos asturianos, santanderinos y vascos. Su destino era Burdeos, pero, para no ser interceptado por el crucero Almirante Cervera, tuvo que desviar su rumbo hacia Saint Nazaire. Aquí algunos niños fueron desembarcados y los restantes trasladados al buque soviético Kooperatsia que zarpó con dirección a Londres, donde una parte de los pequeños embarcaron en el Félix Dzerzhinki hacia Leningrado (hoy, San Petersburgo).

Niños en El Musel, justo antes de la salida

Con fotos familiares y testimonios de las personas que vivieron aquella aventura
A diferencia del exilio republicano en otros países de Europa y América, el caso de la URSS es especial precisamente por haber acogido en su mayor parte a niños y niñas, que se vieron inmersos en la Segunda Guerra Mundial, sufriendo grandes penalidades que contrastan con la buena acogida que disfrutaron a su llegada a la URSS, viviendo atroces experiencias como el cerco de Leningrado y siendo evacuados de nuevo a lugares tan distantes como Siberia, Georgia o Uzbekistán, y permaneciendo forzosamente en el exilio durante varias décadas. Cuando las primeras expediciones regresaron a España a finales de los años 50 estos “niños” eran ya personas adultas. En algunos casos este exilio se prolongó hasta la década de los 90, regresando entonces como ancianos ya jubilados. Y algunos de ellos aún viven en Rusia, Georgia, etc.

Niños de la Guerra en la Casa de Niños de Leningrado

La exposición “Dos patrias llevo conmigo” muestra con fotografías de época cómo fueron recibidos estos niños, la vida que allí vivieron, sus experiencias y las familias que muchos de ellos formaron en la URSS. A la inauguración asistirán varias “niñas de la guerra” que viven en Asturias, y que han colaborado con esta exposición aportando fotografías y contando su testimonio de vida.

José Vicente Martinez vestido asturiano en la URSS

La exposición va acompañada del documental “Aquella noche (23 de septiembre de 1937)”, que recoge quince testimonios orales de “niñas de la guerra” que salieron desde el puerto de El Musel aquella noche del 23 de septiembre de 1937. En sus testimonios recuerdan como fue su partida de Gijón, el viaje y la vida en las 16 casas de niños que el gobierno soviético instaló para acogerlos. Son testimonios de personas muy mayores, cuyas vidas cambiaron radicalmente a partir de aquella noche. Las entrevistas han sido grabadas en 2017 por iniciativa del museo, y fueron realizadas por Tatiana Velázquez Stavinova y Jesús Suárez López. El audiovisual dura 50 minutos.

Imagenes – Museo del Pueblo de Asturias

Texto – Montepio de la Mineria.

 

 


7 noviembre, 2018

Tierra Negra. Minas y Mineros en el Centro Cultural Valey de Castrillón del 25 de Mayo al 30 de Junio.

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La Exposicion Tierra Negra. Minas y mineros de los fotoperiodistas Eduardo Urdangaray y Ramon Jimenz, ha recalado en el Centro Cultural Valey de Castrillon, despues de un largo periplo de mas de un año expuesta en El Museo de la siderurgia y la minería de Castilla y León, en la casa de la cultura Teodoro Cuesta de Mieres, en la Pinacoteca Eduardo Urculo de Langreo, En el Palacio de Omaña de Cangas del Narcea, en el museo de la Mineria del Pais Vasco en Gallarta, Bizkaia, y que finalizara en la Mina Museo de Arnao.

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Comparten las cuencas mineras del carbón en Europa una historia común? Las más de treinta mil imágenes captadas por los fotoperiodistas Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez a lo largo de las últimas tres décadas y su proyecto Tierra Negra, que recoge una selección de ese amplísimo trabajo, no deja lugar a la duda: sí.

Las fotografías, localizadas en zonas mineras de las provincias españolas de Asturias, León, Palencia o, también, en comarcas carboneras de Alemania, Francia, Polonia o la República Checa, revelan que los territorios del carbón comparten parecido ADN, que tienen genética familiar. Son historias con nexos comunes.

La actividad minera ha cincelado los territorios, su economía y su sociedad. Sin que nadie lo cuente directamente, las imágenes que integran la muestra Tierra Negra dejan caer una narración común. En ellas puede verse y sentirse la historia de un auge económico, la transformación de un territorio, el crecimiento demográfico y también el declive, la recesión industrial y los esfuerzos por mantener con vida el territorio, eso que conocemos como reactivación, integrado por nuevas infraestructuras y empresas paliativas. En las imágenes conviven los vestigios de la Revolución Industrial, la arquitectura minera, las industrias siderúrgicas y metalúrgicas que acompañaron al carbón, los modelos residenciales del desarrollismo, la transformación social impulsada por la actividad minera, y el motor de cambio que supuso el movimiento obrero. Junto a ellas, las transformaciones culturales y sus manifestaciones. Por su contenido, Tierra Negra supone un hito en las exposiciones fotográficas sobre las comarcas mineras. Nunca antes se ha podido ver en estos territorios una muestra con base tan amplia y tan ambiciosa a la hora de abordar la realidad de los territorios carboneros.

Las imágenes que componen la muestra Tierra Negra lo encierran casi todo sobre los últimos treinta años de historia en las comarcas mineras. Todo está presente en ellas y todas ellas comparten tono, el negro carbón. Eso sí, también, todas encierran dentro de sí su propio corazón.

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Un recorrido por el último cuarto de siglo de actividad minera. Desde pozos mineros en explotación, minas de montaña, minas a cielo abierto, distintas labores mineras, retratos humanos, grupos de mineros saliendo de la jaula, asambleas, instalaciones industriales y la tragedia, siempre protagonista en la historia de las comarcas mineras. Así, en este capítulo se haría especial incidencia, por cuanto significa en los territorios mineros, en los accidentes laborales, de rescates, funerales u homenajes a los fallecidos.

Se trata de dar forma, foto a foto, a un retrato de la actividad minera en todas sus vertientes, de acercarse a los protagonistas de la historia desde un punto de vista humano, de tejer un collage del escenario en el que transcurre nuestra historia.

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La historia de la minería y de los territorios mineros no puede entenderse sin las luchas obreras. Los conflictos laborales, las huelgas mineras, las movilizaciones populares, encierros y manifestaciones son los protagonistas de esta parte de la muestra.

La historia de la reconversión minera en las comarcas mineras es una historia de conflicto. Los ajustes laborales o los planes de reactivación se alumbraron periódicamente en unos procesos de negociación en los que la movilización obrera jugó un papel protagonista. Encierros en explotaciones mineras, como el que tuvo lugar a principios de los noventa en el pozo Barredo, cortes de carretera, protestas ante los responsables políticos fueron muchas veces el arma negociadora de los trabajadores. En Tierra Negra se deja constancia de todo ello.

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la muestra hace un recorrido por los territorios mineros en su actualidad mostrando en buena parte minas inactivas, territorios reconvertidos para otros usos industriales, espacios catalogados por su valor cultural que están siendo reutilizados o que permanecen en el olvido siendo pasto de la ruina. Se trata de un repaso en imágenes de aquello que permanece de nuestro pasado industrial, en qué estado se encuentra o cómo se ha transformado o reutilizado. Esta parte de la muestra permitirá situarse frente a un pasado más o menos glorioso y hacer memoria. Son los protagonistas mudos de nuestra historia reciente, un paseo por los vestigios industriales que fueron centros de gran actividad económica, instalaciones generadoras de riqueza que ahora claman por un plan que, en algunos casos, ordene su necesaria conservación.

 

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25 mayo, 2018