A mediados de 1800 ya se sabe que había explotaciones mineras en la zona, pero seria a partir de 1927 cuando esta industria da un paso de gigante pues la empresa Cementos Fradera se hace con la concesión de los cotos carboníferos de Villoria y empieza a extraer carbón para su fabrica de cementos en Barcelona. Esta empresa explotaba varias minas: Vegamulas y La Barrosa en la zona de Ribota y La Acebal y el pozo Carolina, en Villoria, al que correponde la foto.

El carbón de esta mina se bajaba en un tren tirado por una máquina de vapor que bajaba desde Tolivia hasta un cargadero situado en La Curuxera, unos kilometros más arriba de Pola de Laviana, en direccón al Puerto de Tarna.

De las tolvas situadas en Pola de Laviana (que aún se conservan), el carbón era transportado por el Ferrocarril de Langreo a los puertos de El Musel y Avilés, para embarcarlo en dos barcos de la compañía Cementos Fradera. Estos barcos, que también usaban carbón como combustible, se llamaban Indauchu (de 3.500 Tm) y Luis Caso Cobos (de 3.000 Tm) y tenían como destino el Puerto de Barcelona.

El castillete de la mina Carolina se desmanteló en el año 1968 para trasladarlo a las minas de Río Tinto.